lunes, 28 de noviembre de 2011

Los licenciados en paro se duplican respecto a 2008


  Fuente: Público
    
    Demagogias aparte, la penosa situación financiera que envuelve a España, y a gran parte del globo terráqueo, tiene unos culpables y un contexto definido. Si vamos de lo general a lo particular, y a lo que nos interesa en este blog, el casi inexistente panorama laboral de los licenciados españoles también tiene una trama que se ha ido tejiendo desde hace años. Repasemos los hechos. 
    
    Los resultados de la última Encuesta de Población Activa ya nos alarmaron con la cifra de los 5 millones de españoles desempleados. La búsqueda de empleo se ha convertido en una odisea y muchos jóvenes han optado por seguir formándose. Para la mayoría, continuar con los estudios es la menos mala de las alternativas, y un valor añadido en su currículo. 

    El comienzo de esta historia se sitúa años antes de que nos visitara la Señora Crisis. Jóvenes de todo el país dieron de lado a los estudios básicos y, dejándose llevar por el color del dinero, se incorporaron al mercado laboral. Sectores como la hostelería, el turismo o el bombazo de la construcción, vivían sus mejores momentos y la inocente juventud no dejó pasar la oportunidad de ganar dinero. Pero... ah! No le vieron las orejas al lobo y ahora la historia es otra muy distinta.

    Para entender mejor a qué me estoy refiriendo, os dejo más abajo un enlace al periódico Público. Esta cabecera ha publicado un análisis cuyos datos verifican que en 2008 había unos dos millones y medio de parados y que el 81% carecían de formación básica. Pues bien, actualmente, de los cinco millones de parados en España son casi tres los que no tienen esa educación, es decir, un 60% del total. Los más de 20 puntos de diferencia entre 2008 y 2011 significa que la cifra de universitarios en paro ha aumentado. Y es tan alta esta diferencia que en 2008, del total de desempleados, 476.500 eran licenciados y hoy son más de un millón.

   La razón es bien sencilla, y por desgracia obvia. Como apunta el diario Público, un gran número de personas que en su día abandonaron las aulas, han ido regresando a ellas. Tanto es así que las matriculaciones en las clases de ESO han aumentado de 136 graduados por la prueba libre en 2003, a casi 11.700 en 2009. Una buena expresión para ilustrar este panorama podría ser la pescadilla que se muerde la cola. ¿Qué otras expresiones usarías tú? 


2 comentarios:

Cristina Jaramillo Aitken dijo...

Descubrí esa cifra el otro día, y es una de las muchas razones por las que quiero evitar volver a España. No solo para trabajar sino también para cursar estudios superiores (de máster). ¿Por qué tenemos que pagar por los errores políticos y económicos de un gobierno (y con esto me refiero a las tres últimas legislaturas) que finge representar a "la mayoría de los españoles"? Es un pensamiento bastante egoísta, lo reconozco, pero nadie nos ha regalado nada. Habrá mucha gente que no esté de acuerdo conmigo, pero yo quiero que mi trabajo y esfuerzo se traduzcan en tener una calidad de vida (tanto en el ámbito laboral como personal)y no ser un eslabón más en las listas del INEM.
Después de la guerra civil, hubo oleadas de emigración a países como Francia, Alemania, Suiza etc, en busca de un futuro mejor que el que podía ofrecer un país destrozado (a nivel económico y social). Actualmente comprobamos que, aunque sea en un contexto diferente,la historia se repite. Parece ser que la política (y la población)no ha aprendido. Por eso, si tuviera que escoger una expresión para representar la situación actual, sería esta:

"Los pueblos que olvidan su historia,están condenados a repetirla"

Cristina Corregidor dijo...

Querida locuela, debo responderte que estoy totalmente de acuerdo con tu comentario. No pienso que sea un pensamiento egoísta, al contrario, si no nos cuidan aquí tendremos que ir a donde sí lo hagan no?

Es más, creo que sí hay muchos que piensan como tú, porque como bien has escrito, la historia en las emigraciones se repite y hoy han publicado en numerosos medios que el número de emigrantes españoles ya supera al de inmigrantes que llegan al país. Una muy triste realidad, pero debemos tener esperanza (ya que es lo último que se pierde) y no dejar que la creatividad, las buenas ideas y la imaginación se escapen por el desagüe.

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