domingo, 15 de enero de 2012

Pierre de Coubertin: "Lo esencial en la vida no es vencer, sino luchar bien"

    
    
    Atención, pregunta: ¿cuál es el factor que introduce al Barón Pierre de Coubertin en la lista de Alocados históricos? ¿Negocios, dinero, inventos, tecnología? Tic, tac, tic, tac... ¡Tiempo! Si has llegado hasta aquí y sabes las respuesta enhorabuena, si no la conoces no te preocupes, sigue leyendo y comprobarás que ser emprendedor no está siempre relacionado con la empresa y el dinero.

    Si acudimos a la web de la Real Academia Española y tecleamos  emprender veremos que entre sus acepciones está la de "acometer y comenzar una obraun empeño, especialmente si encierran dificultad o peligro". Eso es lo que hizo Pierre de Coubertin, llevar a cabo un empeño personal que al principio parecía una idea insensata, pero que con su esfuerzo logró llevar a cabo, regalándonos uno de los acontecimientos más populares del planeta: los Juegos Olímpicos modernos. 


    Coubertin nació en París el 1 de enero de 1863, poseía un carácter pacífico y sensible por lo que la carrera militar que su padre deseaba que emprendiera se vio truncada. Decidió que su vida profesional se encontraba en la Historia y en la Pedagogía, marchó a Inglaterra para mejorar sus estudios y allí descubrió lo que sería el germen de su renovación olímpica: el denominado cristianismo muscular, una doctrina que buscaba la perfección espiritual a través del deporte y la higiene. 

     Fascinado por esta ideología comenzó a divulgarla por toda Francia y quiso unirla a la pedagogía, planteándose una reforma de la educación de la juventud francesa. Para ello creó sociedades atléticas en los institutos y viajó hasta Estados Unidos con el fin de seguir investigando nuevos métodos de enseñanza. Poco a poco el deporte abandonaba su carácter minoritario para despertar mayor entusiasmo entre la población. Entonces Coubertin tuvo la idea de su vida: rescatar los antiguos juegos de Atenas para fomentar el deporte a escala mundial con fines educativos. Una extraordinaria competición con deportistas de todo el mundo, donde impulsar las relaciones pacíficas y de hermandad entre las naciones, sin ningún ánimo de lucro sólo por el deseo de alcanzar la gloria, de competir por competir. Sin embargo, la revelación de nuestro protagonista estuvo considerada como utópica y rodeada de incomprensión

    No obstante, Coubertin no se dio por vencido y viajó por muchos países tratando de convencer a todos los que se encontraba a su paso, hablándoles de paz y comprensión entre los hombres unido, por supuesto, al Deporte. Por fin, el 26 de junio de 1894, durante el Congreso Internacional de Educación Física de la Sorbona, el padre de los Juegos Olímpicos modernos alcanzó su meta y los Juegos fueron establecidos de nuevo. Casi dos años más tarde, el 6 de abril de 1896, se declararon abiertos los Primeros Juegos Olímpicos Internacionales de Atenas, donde unas 80.000 personas asistieron a la ceremonia de apertura.

Ceremonia de Apertura en el Estadio Panathinaiko.
Fuente: Wikipedia
    
     Lo que un día fue soñado logró un éxito rotundo y aún en la actualidad, tras 116 años de historia, la tradición de los Juegos se mantiene. Fue tan grande la fidelidad con la que Coubertin apoyaba al "movimiento olímpico" que donó toda su fortuna a la causa, arruinándose por completo. El valor de esta historia es que gracias a este emprendedor y soñador, el mundo  puede permitirse recordar cada cuatro años la fuerza de la hermandad y la unión entre las naciones. Los Juegos Olímpicos son una fuente de inspiración, comprobadlo por vosotros mismos, Londres 2012 está cerca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario