domingo, 15 de enero de 2012

Ciudadano Kane: "Hay dos tipos de personas: las que consiguen lo que quieren y las que no se atreven a conseguir lo que quieren"

    
    Fuente: Google Imágenes

    Año 1941, un hito en la Historia cinematográfica, el actor y director Orson Welles estrena la que quizá sea la mejor película de todos los tiempos: Ciudadano Kane. Éxitosa entre la crítica, fracasada en la taquilla de aquellos años y abalada en la actualidad, trajo el único Oscar profesional que ganaría Welles en toda su carrera. Pero su inclusión en esta lista es su relación con el mundo del emprendimiento

    Os pongo en situación: la cinta narra la vida de Charles Foster Kane, un auténtico hombre de negocios dueño de una gran cadena de periódicos, emisoras de radio y de una vasta colección de arte que almacena en su humilde hogar, el castillo Xanadú, donde fallece. La personalidad de Kane dentro de la industria editorial evoluciona desde la idea de un servicio social, hasta la insaciable búsqueda de poder. Es un hombre conocido por todos y su muerte provoca una gran conmoción debida, en parte, a la última palabra que éste pronuncia antes de morir: "Rosebund". A partir de ahí la obra se desarrolla a través de flashbacks de la vida de Kane, originados por las entrevistas que un periodista realiza a los conocidos del magnate, en su afán de investigar el significado de esa última palabra. 

    
    La película puede ser considerada como un reportaje ficticio de la vida de Kane, eso sí, ficticio hasta cierto nivel, ya que la idea más extendida es que en realidad es la vida del poderoso William Randolph Hearst la que da el basamento a toda la trama. Para los que no estén familiarizados con la Historia del periodismo este nombre quizá les suene a chino, pero ¿quién fue William R. Hearst?  

    Hablar de Hearst es hablar de dinero, mucho dinero, de medios de comunicación y, sobre todo, de prensa amarillista. Este periodista y poderoso empresario editorial, contemporáneo de Joseph Pulitzer, fue el primero en demostrar la necesidad de tener en cuenta a la prensa en el mundo de la política y los negocios, la prensa como Cuarto Poder. Dos frases pronunciadas por él nos acercan a su personalidad en los negocios: "El poder de un periódico es la mayor fuerza dentro de cualquier civilización"; "Tú pon las fotos que yo pondré la guerra". 

    Hearst usó sus periódicos como instrumentos políticos y generaba escándalos para que sus intereses comerciales se vieran beneficiados. Tan lejos llegaba su ambición que en 1898 precipitó la guerra Hispano-Estadounidense y lo hizo como acostumbraba, inventando noticias. En uno de sus periódicos, el Morning Journal, publicó que la explosión del acorazado Maine fue responsabilidad del enemigo, es decir, de España. Consiguió que sus publicaciones obtuvieran las primicias de una guerra que acabó con el imperialismo español. 

    A los oídos de Hearst llegó lo inevitable y terminó por enterarse de que Ciudadano Kane estaba basada en su persona. La verdad es que durante la película hay secuencias que rozan lo exacto con su vida, como la afición excesiva que tiene Kane de poseer cuantos más objetos mejor. El magnate hizo todo lo posible por impedir que la cinta nunca se estrenara, pero finalmente no lo consiguió.

Fuentes: Wikipedia, Cine y educación, "Ciudadano Kane" (película)



Fuente: Youtube

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